Riendo, crepitaciones del fuego.
Mintiendo, más auténtica que el aire.
Trabajando, la memoria de los campos.
Guerreando, cien ejércitos de Roma.
Cantimplora contra nuestros desiertos,
nada te alcanzaba ni conformaba.
Ni la Muerte, Madre, inaceptable,
que ni sabe ni entiende lo que lleva.