sábado, 21 de mayo de 2016

Siesta

Los dedos del pie izquierdo
se quieren hábiles para pellizcar
y separar la piel del hueso
en la desprevenida pierna derecha inerte,
en tanto la rodilla
fragua montes elásticos bajo la colcha dócil.
Alguna voz salpica la vereda
pero el reloj no dice ni tic-tac.
En la mesita
asumen su derrota los vanguardistas
ante el sable húmedo de los poetas cursis
que sin recato abusan
de mi fidelidad y amor.



miércoles, 18 de mayo de 2016

Contra Tiempo

No sé qué puede haber detrás de mí,
no hay mito más esquivo que la espalda,
silente, si eficaz, como la falda
de una diosa, ligera y carmesí.

Ignoro lo presente, lo de aquí.
En un murmullo de agua de esmeralda
se deshace la luz, sencilla y gualda
del instante oloroso que oprimí

para activar la alarma del futuro,
ese otro mito, peregrino y duro,
apretado en papeles de manteca

que en extractos de pólvora perfuma
cada vacío de deseo y bruma
que supura la mente, casi seca.



sábado, 14 de mayo de 2016

Crítica III

No hay casi nada
pero está él
con toda su hermosura
y encuentra un vestidito rosa,
entonces es mujer, y provincia, y apego,
y canción de la tierra
ensayando aritos invisibles
que nacen de sus manos
y quedan flotando
en aires de gualicho.

Después,
a rodar por Callao,
como la luna.




viernes, 13 de mayo de 2016

Crítica II

Éxodo de las Musas.
Declamación abstrusa y profusa.
Cinco actores que gritan
y uno tímido
sacrificado al fin,
acaso por eso,
en redondez
de su bella postrer anatomía,
evocación de Quevedo
-al pedo-.

Mal urdida
si urdida
la intriga.
En el minuto primero
se anticipa todo.
Faltan ciento treinta y cuatro.
Gangrenarás dos horas y cuarto
de tu estadía en Tierra.

La escena remite al campo.
Ojalá.

Desvelo



Me suspiro en olvido y
como fantasma lánguido yo
me embeleso de azufres que
azuzan una chispa de
romero y albahaca o
savia metafísica con
sangre de azahares pe-
ro sin perfumes ni
causas ni frutales cuan-
do la vigilia nítida me
aguja de repente sin
pulso ni palabras en
paso de reptiles so-
bre arena de carnes a-
romadas de vinos de va-
sijas quebradas co-
mo huesos de espumas fa-
bricados en cárceles o planetas rec-
tángulos mendicantes de ór-
bitas en galaxias rupestres va-
gabundas y solas hacia un bing-
bang de cenizas par-
celadas en rít-
micos per-
gaminos de otoño le-
ve.

miércoles, 11 de mayo de 2016

Sur Verlaine

En este no preludio
me repudio
y, ajeno ya de mí,
envarado en el monte que subí
sin meditarlo,
profusamente charlo
con un sinfín de yuyos y alimañas.
Perspectivas extrañas
de planicies distantes y brumosas
enmarcadas en fosas
cocodrilas del sol y de un pasado
fortuito y olvidado
abren color en tanto me perfuman
de gritos que rezuman
la pálida virtud del impotente.

Sólo el que calla miente.
Lo insinúa el arroyo que, cantando,
desguaza su cristal de cuando en cuando.