jueves, 28 de noviembre de 2013

LEYENDO A CÉSAR VALLEJO



 

“Llego hasta mí en avión de dos asientos”

dijo Vallejo, César, el poeta,

con dos aretes puestos y una teta

prendida a la semilla de un pimiento.

 

Si digo que lo entiendo, acaso miento.

No sé si es un demente o un esteta,

un peruano enredado en un cometa

o un arcoíris que se vuelve ciento.

 

Hijo del cuerpo, abuelo de palomas,

niño afiebrado defecando comas,

esposo del morir, novia sin dote,

 

se fugó de la iglesia con las cabras

y se abocó a saborizar palabras
 
con su austera impiedad de sacerdote.

martes, 26 de noviembre de 2013


UN SONETO A MI SOBRINA PAULA, TRAS SU FIESTA DE EGRESADA

 

He observado, Paula, en ciertas personas,

asociadas bondad y religión;

entienden que este mundo es ilusión

y buscan la verdad  en otras zonas.

 

Se alejan del común de las personas

que, embebidas de indolencia o ambición,

le dan a lo corriente su pasión

y a lo demás, sus espaldas burlonas.

 

También observo a una sobrina mía

capaz de refutar la Teología.

Siendo ella buena por naturaleza

 

entiende lo de Dios es cuento chino.

En cambio, al contemplarla, yo adivino
 
a Dios verificado en su belleza.