Tenías el futuro preñado en risas
Porvenir abocado a las promesas
Menos hambre, sin guerra, cosas de esas
Tormentas de dolor serían brisas
Porque un tiempo mejor nadaba en prisas
Sembraba flores, escupía cerezas
Multiplicaba bailes y bellezas
Bordaba corazón en las camisas
El Hombre era un prodigio perfectible
Lanzado a la Hermandad en inminencia
Cargado de Bondad y amaneceres
El optimismo era tu fe posible
Era el perfume y la verdad, la esencia
De aquel que eras, pero ya no eres.
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