lunes, 23 de abril de 2012

Tren del Oeste


Voy a Morón

Para “La vida es sueño”

Pero tomé el tren

Y así, la vida

Es una pesadilla.



Viajando como vacas

Nos ponemos nerviosos.

Porque no somos vacas,

Preciso repetirme.



Discúlpeme, señora.



La gente está fea, sucia, olorosa y amontonada

-esto no debe decirse-.

Un borracho

Farfulla groserías.

Estamos de suerte:

Desciende pronto.



Al regresar, somos menos

Pero somos peores.

Sube un exaltado.

Golpea las ventanas,

Insulta a alguien que quedó en el andén.

“- ¿Qué tenés, ortiva, sangre azul?”

“- ¿Qué tenés, ortiva, sangre azul?”

“- ¿Qué tenés, ortiva, sangre azul?”

“- ¿Qué tenés, ortiva, sangre azul?”

Espeta la frase, tan singular,

Alzando el tono cada vez.

Luego suena un disparo en el vagón.

No sé si fue este sujeto

O algún otro.

No entiendo bien.

¿Por dónde van los tiros?

Tímidamente,

Me cambio de coche.

Falta un rato.

Mucho cansancio.

Hacia atrás, hacia atrás

Como todo esto,

Como atrás se queda

Aquel tren sin frenos

Que por estas vías

Se llevo a cincuenta.

O a cincuenta y uno.


Son cosas que pasan.

2 comentarios:

  1. es posta? fuiste testigo de tiroteo? No es que me sorprenda (vivi en Castelar muchos años y el sarmiento era mi segundo hogar) pero lo grave es que haya sucedido post-tragedia de once, ya que debería estar todo hiper controlado, digo, para que no vuelva a suceder no...? By the way, ni los seres humanos, ni las vacas (y espcialmente ellas, que no tienen posibilidad de quejarse) deberíamos viajar de la manera que lo hacemos. Saludos!

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  2. vivi ese Sarmiento. Siempre fue igual. UNA PORQUERIA. Fue una gran parte de mi decisión. Mudarme. No podía imaginarme, tomarlo todos los días. Como mi hermana, Como tantos otros que tenían que sufrirlo. o Salir por las ventanillas, o sufrir miles de abusos. Ese tren es la verguenza de todos los políticos que lo vienen bancando y sosteniendo hace años. ESTO NO ES DE AYER.
    Me fui a los 17, y ya venía siendo un DESASTRE. hoy tengo 47 y sigo viendo y escuchando lo mismo.
    Un abrazo Mariano.

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