Aquí medra la mentira
más que cardo en la banquina
y, como polvo, levanta
tristeza celeste y blanca.
Un país entregado
voluntariamente
a criminales que de sobra ya conoce
es un país para la desesperanza.
Roban pero hacen
del Robo, una Épica.
Coronados de Gloria
no viviremos.
Cierto pero terrible, dejemos que se abra paso la esperanza, a pesar de todo, alg{un d{ia tiene que acabarse {esta maldicion y volvera la luz para las generaciones m{as jovenes
ResponderEliminarAsí sea.
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