Que
Calderón me perdone –
con tanto
que lo quiero-
si pienso
que los sueños
no son
sueños. Son pasos
hacia una
realidad
de
sentimiento extremo
y certero,
de mente
radical,
pura y libre
depurando
sentidos
que se
diluyen luego
en esta bruma
espesa
grumosa y
resentida
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí estamos.