Cuando un
libro me conmueve, lo beso.
Es una
muestra más de tontería.
Es cursi y
microbioso. ¡Quién diría
llegar a
peinar canas y hacer eso!
Mejor fuera
grabar palabra en hueso
o subvertir
silencio en melodía
o releer
acaso, en quieta y fría
liturgia
del amado hallazgo impreso
y no dar
apariencia de romance
a la fugaz
exaltación en trance
embarullando
carne y pensamiento
aunque el
romance, claro, es literario
y se enredó
en la lengua, donde a diario
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Aquí estamos.