Desordenadamente en paz,
jazmín contrito,
arrumbado en la margen del otoño,
esbozado en los pétalos el vuelo,
medita su ilusión en el aroma
y tiende puente al grito del lucero.
Tampoco abunda en cláusulas la luna.
jueves, 24 de mayo de 2018
jueves, 17 de mayo de 2018
Insistencia
La causa del amor es la esperanza.
Los huevos del amor van en los sueños,
seminados, azules y pequeños.
El peso del amor no da en balanza.
La tara del amor es la constancia.
El vuelo del amor acaba en suelos
de tierra, llanto, golpes y desvelos.
La nube del amor llueve en infancia.
El fiasco del amor nos huele a pozo.
El puente del amor nos cruje a roto.
La usura del amor nos sabe a olvido.
Torturas del amor aducen gozo.
Futuros del amor dan punto ignoto.
Sangrados del amor tiemblan descuido.
Los huevos del amor van en los sueños,
seminados, azules y pequeños.
El peso del amor no da en balanza.
La tara del amor es la constancia.
El vuelo del amor acaba en suelos
de tierra, llanto, golpes y desvelos.
La nube del amor llueve en infancia.
El fiasco del amor nos huele a pozo.
El puente del amor nos cruje a roto.
La usura del amor nos sabe a olvido.
Torturas del amor aducen gozo.
Futuros del amor dan punto ignoto.
Sangrados del amor tiemblan descuido.
jueves, 10 de mayo de 2018
Desvelo floral
Tengo en el alma un canto de azucenas
rotas, de barro en ave transmutado,
y un sedimento aleve en lo cantado,
un recurso de mar roto en arenas.
Urden su austera soledad las venas
y un no sé qué de rumbo alborotado.
Frágil, despierto, herido me he quedado
sobre un alba que se presiente apenas.
Rotas también la cama y el suspiro.
Sabia es la luz, que se mantiene aparte
de cuanto anda presente en tanto miro
tus flecos en el techo. Busco darte
un mensaje que embriague las violetas
del aire, azucaradas y secretas.
jueves, 3 de mayo de 2018
Playa de los ingleses
El mismo mar de Escocia y de más lejos
viene a este sur de pasto y alma blanda
como un potro celeste azul, que anda
caminos de vapor y mundos viejos.
Viene a estas rocas lánguidas, con dejos
de invierno sin estufa ni bufanda.
Lanza coces al viento, y una banda
de bronces le hace arrullo en los espejos.
Con faros de algodón, los pescadores
invocan una fiesta de moluscos
que desmadeje las profundidades
del hambre y el deseo. Los colores,
entrada ya la noche, no son bruscos.
El día replegó sus vanidades.
viene a este sur de pasto y alma blanda
como un potro celeste azul, que anda
caminos de vapor y mundos viejos.
Viene a estas rocas lánguidas, con dejos
de invierno sin estufa ni bufanda.
Lanza coces al viento, y una banda
de bronces le hace arrullo en los espejos.
Con faros de algodón, los pescadores
invocan una fiesta de moluscos
que desmadeje las profundidades
del hambre y el deseo. Los colores,
entrada ya la noche, no son bruscos.
El día replegó sus vanidades.
miércoles, 2 de mayo de 2018
1 de mayo
El milagro es insistente
pero la juventud era mentira.
Gastamos nuestros amaneceres
como la yerba y el café.
Credulidad excusable.
Fueron insidias del cuerpo.
No cambió de actitud,
es otro.
La piel no era ésta,
ni el cabello.
Trasluce una traición cada contorno.
Sabe Dios qué pasa dentro.
Por fuera, la gracia,
la inminencia
y el desprendimiento.
Cuando el alma desconozca todo,
partirá.
pero la juventud era mentira.
Gastamos nuestros amaneceres
como la yerba y el café.
Credulidad excusable.
Fueron insidias del cuerpo.
No cambió de actitud,
es otro.
La piel no era ésta,
ni el cabello.
Trasluce una traición cada contorno.
Sabe Dios qué pasa dentro.
Por fuera, la gracia,
la inminencia
y el desprendimiento.
Cuando el alma desconozca todo,
partirá.
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