A mi amigo Hernán Abalo
Me piden humorada, gracia, chiste...
Los años me volvieron caso serio.
Cambia colores este ministerio
y tiembla el alma cuando se desviste.
Un punto irónico, claro, resiste:
pudor al límite del improperio
y la perplejidad ante el misterio.
No puede ser, y, sin embargo, existe
una conciencia más allá del duelo
para esta contumacia invertebrada
y la tontera que no se remedia.
Río de mí, y caigo, y me desvelo.
Cansancios, quiebres, ilusiones, nada
que no pueda colarse en la comedia.
Me encantó el soneto, claro y transparente
ResponderEliminarA su salud!
Eliminar"... Nada que no pueda colarse en la comedia." Un abrazo. Hermoso.
ResponderEliminarAbrazos mil
EliminarAbrazos mil
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