lunes, 5 de febrero de 2018

Cartel

Voy y vengo
bajo las orquídeas en vilo,
entre secretos
que se aferran a los muros.

No me sostengo.

Acribillo el sigilo.

Muerdo la lluvia seca de los abetos
y los plumajes oscuros
de avestruces que detengo
en el frágil asilo
de mis anclajes escuetos,
sobre la rosa negra de mis apuros.

Apenas mantengo
los cuchillos en filo
de temblorosos sonetos
y cien pensamientos duros
erizan lo que devengo
entre corola y pistilo.

Pétalos indiscretos,
labios inseguros, 
paso de rengo
en los caminos impuros.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí estamos.