martes, 23 de diciembre de 2014

Marilyn


 

Fui tanto la rubia tonta

por que me quieran un poco

que terminé por creérmelo

y ahora mismo me pregunto

en este lugar difuso

de pétalos despegados

donde llegué distraída

si es que mandaron matarme

o sola me suicidé.

Sí sé que cuando fui niña

también me mató mi madre;

ella me amaba en el fuego

y yo lloraba y lloraba.

Luego encendieron la cámara

y atrás estaban los hombres.

Me gusta verlos felices

cuando un suspiro del suelo

toma el control de mi falda.
 
Y me río. Soy así.



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