En verdad, morir querré
por aquella que se fue
Y marchando me decía
“Ay, Safo, qué dolor
Me dará
la lejanía!”
Así yo
le contestaba:
“vete
alegre,
El amor
no se me acaba.
Sólo quiero recordarte
Lo
nuestro, bello y feliz.
¡No
vayas a olvidarte!
Las coronas de rosas
y de
violetas
Que te
ponías, hermosas,
las guirnaldas que trenzabas
y en torno a tu tierno cuello
con mil flores enredabas,
todo lo ibas perfumando
con aceite de jazmín,
leche y pétalos de nardo.
recostada en lecho blando,
muchacha de primavera,
mi deseo ibas robando
Y a la danza o a la fiesta,
o al
sagrado bosque
nunca
llegabas sin ésta.”
Unos aman los carros bellos,
otros las naves,
otros a los infantes
y corren tras ellos,
como Elena, la hermosísima, que en un descuido,
se olvidó de su marido,
y, sin que nadie la corrija
-retos y ruegos fueron en vano-
olvidó a sus padres, abandonó a su hija
y se fue tras un príncipe troyano.
Así para mí, que pienso en Anactoria,
todos los varones son escoria,
y las armas, y las naves.
Sólo quiero el regreso de sus pasos suaves
y la luz siempre clara
de su cara.
SAFO DE LESBOS
versión de Mariano Moro
Me encantaron! Gracias.
ResponderEliminar¡Qué bueno!
EliminarMuy bueno!!
ResponderEliminar¡Gracias!
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