domingo, 25 de diciembre de 2016

Colibrí

Un colibrí se acerca a tu ventana.
Te fascinás. Ponés la vida en eso
y no sabés si volverá mañana.

No espera el colibrí nácar de un beso
ni que le esparzas rosas en tu cama.
Lo querés apretar y sale ileso

hacia no sé qué flores o qué rama.
Su párvulo aleteo se adelanta
con el coqueto encanto de una dama

del siglo XIX. No hay la manta
que lo pueda atrapar, y no hay anzuelo
para su hambre de amor, que nunca es tanta.

Hay artificios varios en su vuelo.
Hay una clavellina deshojada.
Hay confusión de plumas y de pelo

en su leve presencia humanizada.
Hay un trino bebé como de nube.
Hay una estela verde anaranjada.

Hay un deseo de llorar que sube
y humedece topacios del verano
deseosos de brillar. Y también sube

la vocación de nido de tu mano
cohibida de su oficio de caricias
porque la obligan a dormir temprano

sin relato ancestral y sin primicias
de tu estancada gesta jardinera;
sin hazañas reales o ficticias

que musitar; sin voz; sin billetera
para pagar la obligación del ave
que huyó de tu ventana. Tu alma espera

un regreso improbable, bello y suave.

Pelotón

Nada de esto debía suceder.
Era una tarde a transcurrir tranquilo
y no de zozobrar, de andar en vilo
-nada por ganar, todo por perder-.

Un colibrí se quiso entrometer
y aquello hubo de ser según su estilo.
La flor de un paso en quiebros del sigilo
me trajo al lago, me impidió beber.

Y sus colores ciegan mis pupilas.
Sube a mi nuez un aluvión de ahogo.
Se juega el sol y el globo en un encuentro.

Soldados del dolor ya cierran filas.
No acierto en mi defensa. Nada abogo.
Todas las balas llegan a mi centro.

sábado, 24 de diciembre de 2016

24/25

No son flores, son aroma en suspiros de la tierra
No son olas, es aire masajeando el agua
No es incendio, es deseo de curso demorado
No es histeria, son ansias de gustar descomedidas

No es tu carne magra, es una almohada

No es tu beso, no; es la bombilla
Del mate amargo que me cebo yo.

Y no es tristeza o dolor; es el vacío
De Navidades sin árbol ni pesebre.

Doble verbo

Desencaja los libreros, desencaja risa
Interviene la rutina, interviene los sueños
Suprime la modorra, suprime los empeños
Arranca la sangre blanca, arranca sal de brisa

Alisa los senderos, alisa y luego frisa
Despoja las opciones, despoja a viejos dueños
Hila sábanas fantasma, hila amores sureños
Oficia las bacanales, oficia la misa

Viene siempre entre abrazos, viene siempre entre sustos
Da besos de novela, da tremendos disgustos
Vive fuera del mundo, vive en su turbio modo

Abusa de pequeñez, abusa del encanto
Promete felicidad, promete tanto y tanto
Suspende la primera cita, suspende todo.

viernes, 23 de diciembre de 2016

Cirugía

Tras el fláccido desaire
el cromo del desengaño
amputa un miembro tontamente añadido.

Resuena entre melindres
una turba de rusos
estrellando sus copas
en el rubí del pico de los colibríes.

La mar se sabe viva
y es diciembre.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Soneto en D

Doloroso el rumbo de la demora
Delicado el concurso de la gente
Discreto el beso que viene de frente
Dulce, clara inmanencia a toda hora

Dardos finos que la herida atesora
Dalias sedosas en lo que se siente
Drones curiosos en cerco impaciente
Densidad de la vigilia sonora

Dame el antídoto para la prisa
Dame baile de espaldas encontradas
Dame presencia firme en tu cintura

Dame el concierto en Si de tu sonrisa
Dame vértigo en pestañas arqueadas
Dame tu amor en una noche pura

domingo, 18 de diciembre de 2016

Ejercicio de soneto

Irrumpir en destello el primer día
y en pura sencillez sobreadaptada,
como si deslumbrar no fuera nada,
como un puñal en la melancolía.

Una segunda vez, tibieza fría,
postura suficiente y relajada
administrando el don de la mirada
que sin esfuerzo esclavizó la mía.

Tercera aparición. Cruzar la fiesta
lanzando la consigna del disfrute
y semilla imposible de arrancar.

Hubo otra noche. Detonabas esta
tempestad que en trasmundos repercute.

Y te fuiste de ahí sin saludar.




sábado, 17 de diciembre de 2016

Ejercicio de redondillas

La juventud aparente
es mayor que la real.
Entre las dos hacen mal.
¿Ser joven eternamente?

¿Y padecer a morir
el empuje de los brotes?
¿El ahogo, los azotes
que siento al verte partir?

Cuando yo te veo entrar
llenando todo el espacio
con tu pelo casi lacio
y tus ganas de gustar
 
sé que me vas a besar
y esa espera configura
en un compás de locura
el horario y el lugar.

 Vibra la escenografía,
se abanican las butacas
y, como grandes hamacas,
bailan tu sombra y la mía.

 El corazón se me atora
en delgadas pantorrillas
y en chasquidos y cosquillas
y en una sorda demora

 de la interna procesión,
como si fuera la gana
de morder una manzana
congelada en el envión

 y aumentada al infinito
por el gusto con que, unidos,
brillan tus cinco sentidos
y tu abuso en lo bonito.

 No lo esperaba. Te vi.
Vos dirigías la escena.
me atabas una cadena
y, ya preso, te elegí.

 ¿Con quejas a la justicia
quien es autocondenado?
No sirvió ser desconfiado
ni me alcanzó la malicia.

viernes, 16 de diciembre de 2016

De potrero

Como en la infancia
está el terreno baldío
y entre yuyos y desperdicios
el pozo ciego.
Si se abre la tapa
podemos caer en él.

No me hagas esto
que me hago a mí mismo.
No hagamos de mí mismo
esto.

Soltá la tapa

Dame la mano

Estoy en el pozo
que sos
y estoy baldío.

Me desperdicio y ayuyo.

No me miraste y entonces
iban a cloaca todos los jardines.

Montabas un póney. Sus cascos
despellejaban mis sienes

Te contentaba una espada
de juguete

Lo que era borde del beso
fue mosto de aguas de pozo.

Rebelde te apartabas un tranco
y por entre malezas se extraviaba el caballito.

Contabas una historia

Aquí debajo
tu eco lo es todo

Viene con fruta y fuegos de artificio
Con boda trunca, mate y tinta china.

Si subo y tomo tus hombros
será impropio
y si suelto un instante
sentiré que te suelto
para siempre.

No lo soporto

Padezco los futuros
ayer sucedidos.

Tuve una amiga,
una niña muy mala.
Ella me decía:
"-Si caés en este agujero
aparecés en Japón."

Había una pampa
al lado de su casa
y todos mis potrilllos
huían al galope.

Glu glu

Parlez-vous chinois ou japonais?

miércoles, 14 de diciembre de 2016

Inocuo soneto matutino

¿Y si al fin lo bueno está por venir?
¿Y si me entrego a eso que me encanta?
¿Y si la grieta a reparar no es tanta?
¿Y si me arranco y te invito a salir?

¿Y si lo puro se puede sentir?
¿Y si es bendito el pulso que me imanta?
¿Y si el reloj ni atrasa ni adelanta?
¿Y si te abrazo fuerte y a dormir?

¿Y si de arena y sol y de armonía
y si de risa y beso y alegría
se urde la alfombra hacia lo señalado

en el antiguo mito del Destino
o en la clave de azar que no adivino
por torpe, tonto y casi enamorado?

lunes, 12 de diciembre de 2016

El uruguayo

Cruza el río
cantando como no se debe.
Es personal.

Se abre una puerta y descarga
una parva
de jóvenes que ya no son.

Distorsión en la voz
y la memoria.

Todo podría haber sucedido
en este teatro.

Una guitarra
hubo siempre.
O casi.
Para buscar el tono.
Para acidular el ambiente.
Para seducir al de enfrente.

Estas luces son discretas.
Estos años son apacibles.
Como bordeando el duelo
por los padres que han muerto
y el que lo hará pronto.

Falta el perfume
de arbustos al alba

siempre en bicicleta

rondando la isla.
Desazón a pedal.

O el de cuarenta adolescentes
comprimidos.

Treinta años de imposible
apenas entibian
la butaca vacía.

El tiempo está después.

viernes, 9 de diciembre de 2016

A. G.

Dice que se quiere ir
pero una loca
y una santa
le agitan el aire
y por eso respira
todavía.
Un gran jazmín le cubre
la cabeza
y gotea su rostro
hasta la sonrisa
de fruta abierta y dulce.
Es buena.
Me obliga a apropiame
de sus tesoros
porque se quiere ir
y no del todo.
Conversa como un arroyo
ralentado y brillante.
Sufre en el alma
lo que en el cuerpo aguanta.
Debate con la santa
y con la loca.
Sueña en literatura.
Teme a la luz del día.
Toma té.

domingo, 4 de diciembre de 2016

De cotillón

Lo anhelado al fin
resulta insoportable
si concretado.

Sueños que eran para perseguir,
no para alcanzar.

¿Y qué es un hombre,
sino esa masa tosca,
posesiva y monocorde
que todas las artes
se afanan por cincelar
inutilmente
dado el pobre fermento
de la materia prima?

El calco real
de una fantasía
es una estafa.

Todos lo sabíamos.