La
felicidad es un problema
sin
definición operativa,
inútil
buscarla así, al tanteo.
Decime lo
que es y la consigo
no digo que
ahora y para siempre,
sí para la
siesta de los pájaros
o el
amanecer de las frutillas.
La ruta del
sol tiene un atajo,
me entrego
sin aire y sin sombrero
a riesgo de
raptos delirantes.
Luego lo
converso con mi perra
y eso nos
deriva a otras cuestiones
de
implicancias ínfimas y extremas.
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