jueves, 3 de julio de 2014

La orilla


Dios está en marea baja,

se retiró de la playa.

Somos muy cortos de vista

y ya ni vemos el agua.

 

Cuando caemos, palpamos

y sí sentimos la arena

húmeda, y cantar de espuma

o aroma de algas y sal.

 

También supimos historias

de barcos y marineros,

madrugados pescadores...

aunque todo por segundas.

 

Aquí las huevas vacías,

conchillas y caracolas

y la luna, también lejos

untando su aceite frío.

 

Dios pasea la estratósfera,

insufla luz en guirnaldas

de enormes piedras y gas.

Las enreda y se las lleva.

 

Todo se expande y se va.

En la orilla, ¿qué nos queda?

La ingratitud, el deseo

abombado, y el milagro.
 
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí estamos.