Sobria delgadez. Mirada intensa.
Melena negra. Nariz potente.
Imitando la canción ajena
con gracia solvente y con ternura.
Es absurdo repetir las fechas.
Lleva viejo nombre nuevo día.
Ahora los jóvenes son otros.
Muy lejos de aquí, habrá festejo.
Ninguna piel olía como ésa.
Me apuraba a respirarla toda.
Se me atragantaron las violetas
en la madrugada nebulosa.
Llovía y seguíamos desnudos.
Sólo conquistábamos el mundo.
Abrigos de coraje o prudencia
hubo que vestir. Y se acabó.
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