lunes, 15 de septiembre de 2014

Colombinas


 

Las palomas ignoran que son plaga

cuando extienden el ala a los viejitos

para ofrenda de miga. Simples ritos

que los hacen volar y curan llaga.

 

Desfogando la hoguera, va una maga

hacia el cielo también. No hay para gritos

pulmón ni voluntad. Llueven ojitos

de la bandada, dulce deuda impaga,

 

y se hacen chispa sobre manto rojo

almidonado para el sacramento,

encendida visión, dulce plumaje.

 

Por lagrimales se desangra el flojo.

Bajo la piedra se refugia el viento.
 
En un suspiro se me arruga el traje.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Aquí estamos.