viernes, 5 de septiembre de 2014

Evocación

 
 
El amor puro es ese que pasó.
Ayer era un enredo ingobernable
de celos, frustración... Pero, es notable,
se fue la sombra y el calor quedó
 
aunque es de noche. Nunca amaneció
porque lo tan deseable era indeseable.
El estallar del vidrio no fue amable.
Directo hacia los pies. Todo sangró.
 
Lo malo es sólo la ausencia del bien
y todo es bueno en restos de la ausencia.
La evocación adula y santifica.
 
Hay un cariño ya sin para quién.
El juicio permanece sin sentencia.
No se circula ni se rectifica.
 
 
 
 

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