Nostalgia
siento ahora de cuando un libro abría
y el
vendaval de celos en mí se descargaba
como si
aquellas letras fueran carne. Apagaba
mi velador
lamentando el aire que perdía.
También
había rulo revuelto y se sentía
de sus
ojazos verdes la luz que reposaba
en la
ansiedad oscura. Quizá me vigilaba
con sus
siete sentidos hasta mientras dormía.
Tampoco yo
podía leerle algún poema
porque no
era su gracia, porque no era su tema,
porque de
mí esperaba siempre alguna otra cosa
que yo no
supe darle, porque no la encontraba
o porque no
quería, tanto me molestaba
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