lunes, 24 de noviembre de 2014

Un globe à la couleur changée




Siempre lo quisiste malo.

Eso viene con el hombre,

como aprendías en casa.

 

Ahora ya no te sirve

como símbolo de pena

o razón de mal destino.

 

Cuando tu baba de rabia

y tu cántaro frustrado

socavan en otro cauce,

 

abrís un poco la mano

y se fuga como un globo

hacia los prismas vacíos.

 

Lleva la color cambiada

desde el día, según cree,

en que lo miraste fijo.

 

Abunda en alternativas.

Puede ser que se desinfle

y también puede que explote

 

pero son suposiciones.

No hay suceso sin testigos

ni se vibra lo remoto.

 

Te toca morder aplausos.

Todo mundo es una escena

 
Shakespeare dixit. Salve Will.






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