Poco hay
que lamentar. Ninguna muerte
nos trajo
aquel error, ni la miseria
sobrevino
al dolor. No fue tan seria
la herida.
Concluyamos que hubo suerte.
Supongamos
que pronto vuelva a verte.
Más o menos
igual será tu histeria.
Quizás
hasta aumentó, como una feria
que intenta
cada año sorprenderte.
Pero
tendrás pudor, y ante mis ojos
vas a
disimular. A fin de cuentas
no fue de
lujo el trato que me diste.
Otro cielo
tendrán tus globos rojos.
No hay
sentido en que actúes o que mientas.
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