martes, 1 de abril de 2014

Ataque de pánico


Ataque de pánico llamarán

a la rosa molesta y tenebrosa,

perfumada en soledad angustiosa,

cuyo agrio clamor no entenderán.

 

Brotando por ahí la encontrarán,

bella quizá, si nunca jubilosa,

ríspida, sangrada, algo vaporosa.

De un torpe manotón la arrancarán,

 

como quien busca suicidarse en calma,

 para absorberla, y la llorosa palma

su llaga mostrará en turbios espejos

 

al alma que reniega de sus penas.

La flor se irá adentrando por las venas
 
y un son desolador vendrá de lejos.

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