martes, 21 de octubre de 2014

Correa firme


 

¡Qué orgullosos van los perros

que pasean a sus amos!

Cada tanto una meadita

para que todos se enteren.

Están los más posesivos

precisados de correa

y los otros, liberales,

que sueltan a ver qué pasa.

Por el olfato averiguan

cuanto sucede en el barrio.

Las noticias son alegres

 a juzgar por el concierto

de su lomo con las patas

y los rabos movedizos

que bordan trozos de viento.

¿Cuáles son los más felices?

Quizá los de los mendigos.

Han logrado su designio

y sí, lo comparten todo.
 
¡Fuera el mundo un mondo cane!



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